domingo, 14 de diciembre de 2014

TOMÁS ELOY MARTÍNEZ

Recientemente (digamos el mes pasado, dado mi retraso), voces autorizadas discuten sobre si la presencia o no de la literatura hispanoamericania tiene o no cierta presnecia en nuestros escaparates. Algunos refieren la  extenuación y el desinterés, dadas las escasa expectativas que, tras un decenio de intentar "presentarnos" a TAL o CUAL, pues que no...
A la  la inversa, otro eje de la polémica giraría en torno a si los autores españoles están lo suficientemente representados en Buenos Aires o ...
Yo me confieso formar parte de aquellos a quienes la sobreabundancia indiscriminada de autores latinoamericanos le llevó a  cierta extenuación o desinterés



Pero he leido con sobrecogedor interés el libro de Tomás Eloy Martínez Lugar común la muerte.
¡Qué maravilla!, pensé, nada más iniciar la lectura de unos ensayos/retratos impulsados simepre desde la impredecible línea de realidad-ficción... Algo muy de moda, pero... Tomás Eloy Matínez lo hacía en los años sesenta.


No es sólo espeluznanteel relato final (de los sobrevientes de Hiroshima y Nagasaki) sino la recreación última de vidas oscuras y difíciles, entregadas a una pulsión tánatos que puede arrancar del insomnio o...
Lo averiguaréis en estos retratos tan febriles como apasionantes.