lunes, 30 de junio de 2014

POESÏA

La tentación, ante las noticias de ¿actualidad?, es dimitir.
Más hoy, con todo lo referente a la corrupción de contratos y enchufes en el TSC (la siglas son intercambiables), lista en la que se llevan la palma los representantes sindicales, de la UGT, enchufando a parientas que, de señoras de la limpieza pasaron a ser "jefas de departamento" con sueldo de TRES MIL EURITOS NETOS.
Asqueada, me voy al cine, para olvidarme de la sesión (larga) de trabajo no computado, y por huir del bochorno.
Confío en Jim Jarmush y elijo Only lovers...

Sólo los amantes sobreviven (2013) Poster


Cría fama y échate a dormir, pensé... bastante antes de acabar la sesión.
Aburrida, redundante, previsible... y hasta estúpida,
pero hete aquí que, en una secuencia, la protagonista, antes de huir, se dedicaba a embutir libros en su equipaje, entre ellos (y en primera estancia) los "Pequeños poemas" de Campoamor.
¡Latigazo!
Ya cuadraba con tanta frivolidad.
Al regresar a casa, meditando el tremendo error al elegir película, caigo en que sobre mi mesita yace (a la espera de mejor ocasión) el poemario de un alumno que he ido leyendo sorbo a sorbo. El libro obtuvoel XVI Premio de Poesía Joven "Antonio Carvajal" y se titula Simulacro del frío. Su autor,  Rafa Banegas.

                         

Es un poemario que nace de un error, según se relata en el prólogo y después en un poema:

                             El error
Todo empieza con un error,
después le añadimos un gesto,
le añadimos una mirada,
una coma, un final álgido, 
y lo damos a los demás.
Cuando nos queremos dar cuenta
somos ya un músculo activo
creando errores sin cesar.
Cuando nos queremos dar cuenta
no estamos haciendo otra cosa
que darle al mundo más arena;
cuando nos queremos dar cuenta,
ciegos palpando amaneceres.


Me parecen, los últimos versos, una buena metáfora de estos tiempos.

        


Hay otros dos poemas breves que quiero citar:

                    Poética provisional
Cruzar una ciudad, ser una ambulancia
en busca de un paciente que no existe.


Y otro más, sin título, aunque tan elocuente:

Practicar una poesía púgil
para los tiempos del cuadrilátero.