martes, 24 de septiembre de 2013

VÍA CATALANA

Ahora que ya hemos sobrepasado el nivel cordial, las discusiones en torno a la indenpendencia de Cataluña han empezado a transitar por otros terrenos más sólidos (o materiales).
Esta semana se ha ido abordando el tema de la moneda. El Presidentpone todo su empeño en asegurar que no saldríamos del euro. Como hay voces autorizadas que le replican que... los incondicionales de Artur Mas se han apresurado a tranquilizar y apaciguar las turbulentas aguas dialécticas.
Me quedé perpleja el jueves pasado oyendo a un reputado economista asegurar que no debíamos preocuparnos si Cataluña sale del euro: forjamos una moneda propia, la devaluamos cuanto sea necesario y atrapamos a los inversores extranjeros que, ante el chollo, acudirán a invertir aquí como las moscas van a la miel.


http://img02.lavanguardia.com/2013/09/11/Tram-240-La-Via-Catalana-a-la-_54382321114_54028874188_960_639.jpg 


Yo no soy economista, pero me chocó que los otros dos que acompañaban al contertulio no replicasen considerando lo que es elemental: que con una moneda tan devaluada, ¿a cuánto íbamos a pagar el barril de crudo? Es decir, ¿a qué precio se nos pondría la gasolina y otras importaciones?
Me temo que hablaríamos entonces de un Via Crucis.
Por todo lo cual, me enroco en mi posición de casi sólo escuchar y atender a quienes abordan el asunto con la necesaria dosis de humor, como los cómicos de Polònia, que este jueves se han descolgado con un estupendo musical.

9 comentarios:

  1. Economicamente es un suicidio que nos va a enfangar todavía más, pero una parte de la sociedad catalana ha mostrado su descontento y ahora no queda más remedio que actuar. Claro que también se podría hacer como con el movimiento 15M, ofuscándolo y negando su existencia (aunque en el 15M no contaban con el respaldo de los medios de comunicación ni de los políticos).
    Es un buen fregao que está consiguiendo dividir aún más a la población. Miseria política.
    Un abrazo Ana.

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  2. Gracias, Carlos. La verdad es que más que nunca agradezco haber empezado el curso, con la sobrecarga propia de estos momentos. Abrazos!

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  3. El órdago en el Mus es la herramienta de desafío total. Cuando dices ¡órdago! le dices al contricante:
    "Me lo juego todo en este lance. Puede que tengas mejores cartas que yo, pero no lo vas a saber hasta que aceptes."

    El órdago en el juego del Mus se utiliza en estas ocasiones
    -Para amedrentar al contrario con un farol y sacar unas piedras (puntos)
    -Para acabar el juego por la vía rápida sabiendo el que lo hecha que va a ganar.
    -Para ganar tiempo, a la desesperada, porque el contrincante ya ha ganado casi el total de amarracos (puntos) con los que ganaría la partida.

    El buen jugador de Mus reserva el órdago para estas ocasiones:
    -Cuando, estando en posesión de muy buenas cartas, la suma de apuestas sucesivas en una misma mano de una misma sección del juego ha llegado a un punto que no queda más remedio que jugárselo todo

    -Cuando tiene tan buenas cartas (p.ej. 4 reyes) que es imposible que nadie más pueda tener una jugada semejante

    -En el tercer caso anterior

    Las demás variantes, tantas como se quieran escribir, son propias de pardillos, insesatos, borrachos o novatos. Jugar por jugar, para llenar la caja registradora del bar

    ¡Salud!

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  4. Ya veo que vas para nota....
    Como siempre, brillante.
    Spobre el mus no sé nada (sí mi peke, que tiene una peña que se reúne con asiduidad), pero creo descifrar las reglas del ruego en su aplicación "panorámica".
    Abrazos!

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  5. El mus deberían declararlo patrimonio de la humanidad. Yo aquí juego poco, porque no se lleva la costumbre de jugar a cartas en los bares. De hecho, ya casi ni juego, porque por mi pueblo el guiñote lo ha destronado y cuando no voy no hay manera de juntarnos cuatro para pasar un buen rato. Tu peke me da envidia.
    Abrazos

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  6. Hola Ana Rodríguez

    En mi opinión, la independencia añade aún más incertidumbre a estos tiempos, ya de por sí oscuros.

    De todas formas, y ya que lo mencionas, sería muy interesante vivir en una Cataluña sin gasolina. Creo que hay una serie en la Sexta, Revolution, que plantea el tema de un mundo que vuelve a una época sin electricidad, como un retroceso en el tiempo. Estará augurando la serie el futuro de Cataluña. Si es que al final, será cierto el dicho de que el arte va por delante de la vida. Ya me veo yendo al trabajo en diligencia con bandoleros y todo.

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  7. Bueno, bueno... y sin llegar a lo que planteas, Eduardo... Lo cierto es que aquí todo apunta a hacernos comulgar con ruedas de molino... Yo, la verdad, esper a que llegue el otoño, y entonces...

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  8. Yo sí soy economista y te confirmo que tienes razón...El problema es que a ti te preocupa la realidad y a los vividores que venden esa ficción de bajo nivel no les preocupa lo más mínimo. En ellos se trasluce la vieja frivolidad de la élite española, no dejan de ser hispánicos hasta el tuétano, hispánicos de película de Ozores. Si llegaran a conseguir su ridículo objetivo ellos seguirían viviendo de su negocio sucio llamado "independencia" e incluso mejor aún. De representantes en oficinas en el extranjero pasarían a ser embajadores, por ejemplo, o de cabos de mossos se podría llegar a almirante. Sería un espectáculo protesco, digno del mejor cine landista ver la cara de esos idiotas jugando a grandes dignatarios. Eso mientras la gente tendría que emigrar o se morir de hambre. Tal vez con el tiempo esa élite de selección negativa pagarían muy cara su poca vergüenza, pero ese consuelo sería muy pobre. Creo que afortunademante y gracias a Dios esta cuestión no es irrelevante para el resto de Europa y eso nos librará de caer en las garras de este fascismo de boina... Con repeto a lasboinas, claro.

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