lunes, 30 de mayo de 2011

KEILSON



Sigo prendida a estas breves lecturas (gozosas e intensas) de una tarde (ahora que crecen): sentarse en el sillón después de comer y... antes de salir a dar una vuelta, entregarte a estos libros maravillosos que distintas editoriales (no estoy comisionada por ninguna, ¡ojo!) editan con primor y un indesmayable fervor por la literatura.



Gracias a ello, descubrí a a HANS KEILSON, un escritor alemán centenario (nació en 1909), cuya obra me es absolutamente desconocida. He leído una nouvelle titulada Una comedia en tono menor (Minúscula, 2010), que me asoma a facetas desconocidas de la resistencia antinazi en otros focos europeos, más allá de París. Es cierto que en Amsterdam tenemos el legado del diario de Ana Frank, pero... desconocíamos (al menos yo) la red o el entramado humano que hacía posible que los judíos perseguidos se refugiasen y ocultasen.



Esta novela de Keilson cuenta cómo en una pequeña ciudad holandesa Wim y Marie, una joven pareja, deciden aceptar esconder en su casa a Nico, un judío del que nada saben, pues el nombre es falso. Es prodigioso el modo de mostrar (casi toda la narración se resuelve en escenas menudas y cotidianas) el cambio en la vida cotidiana, pues a esa casa llama el lechero cada mañana y acude la señora de la limpieza y los vecinos... y hay que disimular o improvisar.
Está, eso sí, el sosiego de las tardes-noches frente a una taza de té y una galleta, donde afloran las confidencias, y también la ansiedad que generan el encierro, la persecución, la clandestinidad. Y es así, en ese espacio minúsculo, donde todo adquiere una fuerza inusitada.
Pero Nico muere: un final con el que no habían contado, ni siquiera imaginado: "como en una comedia en la que todos esperan que el héroe salvador haga su entrada por la derecha y de pronto aparece por la izquierda". Y es que ahí (irónicamente), en el ingobernable azar, empiezan los problemas, cuando la desaparición de Nico parece hacerles bajar la guardia y... de repente, son Wim y Marie los proscritos, los que deben huir y esconderse, sin esperanzas.
-Si Nico nos viera aquí sentados... dicen, en su escondite.
¡Una delicia!

P.S. Parece que la Feria del Libro de Madrid (según leo en Babelia) este año está dedicada a la literatura alemana, de modo que... conviene estar à la page.

10 comentarios:

  1. No lo conocía, Ana, me lo apunto para después de exámenes...Por cierto, que murió hace un par de días, el 31 de mayo, ¡quédr trágica casualidad!

    Abrazos!

    Rafa Banegas

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  2. Pues sí, Rafael; a veces me pasan cosas así de inquietantes o perturbadoras. La novela la leí hace unas semanas en Asturias, pero la entrada la colgué el lunes por la noche, y de repente...
    Abrazos!
    Que te sean leves los ejem...

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  3. Una gran placidez proporcionan estas largas tardes al amparo de una buena lectura, qué duda cabe.
    No conozco al autor, pero me quedo con su nombre para cuando le llegue el turno. Por tu reseña, parece jugoso.
    Un abrazo, querida Ana.

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  4. Cuando menos, distinto y... desde su altura, pues eso. Acaba de morir, como comento arrriba.
    Un beso!

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  5. Ana
    Aparece en los avisos de otros blogs en donde estás linkada una entrada titulada 'Zuñiga'. Yo no consigo verla, y no sé si es problema mío o no

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  6. Ana, acabo de leer el blog de Carlos. Ahora leo el tuyo y...otro libro para la pila de pendientes. Esto de andar por la red entre cuadernos de bitácora que ofrecen tanto fruto me hace sentir que no tendré tiempo suficiente ni en siete vidas.
    Un abrazo.
    paco

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  7. Qué raro, Hablador.
    Es una entrada que estoy preparando, pero ya ves que estos días ando algo remolona con el Blog.
    A ver si la saco esta noche, según el Ilustrador.
    Abrazos!

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  8. Como me gusta! que buena pinta!, a ver si me lo agencio. Ese tipo de lectura a ratos me parece estupenda. Lo de sentarme en el sillón después de comer se queda para el finde y las vacaciones, (ya queda menos)
    Saludos

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  9. Me gustaría preguntarte: ¿Qué piensas que aporta esta novela respecto a otros relatos, de tantos tan abundantes, ricos y dramáticos como existen, respecto a la persecución nazi y en general a la soah?

    Saludos cordiales.

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  10. Fackel, no los conozco todos, claro está... Pero lo que menos se conoce es la vida cotidia a o intrahistoria de los resistentes (no organizados como, por ejemplo en el caso de la Resistencia francesa), gentes sensatas y corrientes que colaboran y apoyan y acogen y demás... El riesgo que afrontan y la experiencia de los perseguidos que también revierte ene llos. Saludos!

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